VELA “VEN ESPÍRITU SANTO”

VELA “VEN ESPÍRITU SANTO”

10,00 

Vela con aroma a vainilla.
Medidas: 8,8cm alto x 7cm de diámetro
NO PEDIR EN DÍAS DE MUCHO CALOR. ES POSIBLE QUE LLEGUEN DERRETIDAS.

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Ven Espíritu Santo y guíanos a la Luz .

Te presentamos nuestra vela “Ven Espíritu Santo” . Esta bonita vela, que tiene un aroma delicado te ayudará a crear un ambiente de oración.

Nosotros siempre empezamos la oración invocando al Espíritu Santo y pidiendo que venga a acompañarnos en ese ratito dedicado al Señor.

Todos sabemos que la luz es un símbolo cristiano, simboliza la vida, la salvación.

Desde el Genesis 1,3 :Dijo Dios: «Exista la luz». Y la luz existió. 4Vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de la tiniebla. 5Llamó Dios a la luz «día» y a la tiniebla llamó «noche». Luego en el éxodo Dios guía al pueblo en medio de la noche. Él es la luz. En los salmos (Salmo 27): El Señor es mi luz y mi salvación, ¡A quien temeré?

La luz se utiliza en muchas ocasiones como una metáfora, la luz como entendimiento divino de la verdad. Dios desecha la tiniebla y trae la luz. para poder caminar sin tropezar.

Así también decimos de Jesús que es la luz del mundo. La oscuridad significan el pecado y la muerte pero Jesús con su luz nos salva de las tinieblas.

Las velas nos dan la luz y tiene mucha representación simboliza en el cristianismo.

Desde pequeños en el sacramento del bautismo en el cual se hace una entrega de ¡una vela encendida del cirio pascual, que representa la luz de Cristo que el niño recibe. Esa llama del amor de Cristo resucitado y devuelto a la vida. El paso de las tinieblas a la luz.

En Pascua el Cirio representa a Cristo resucitado. Él es la luz y la salvación.

Por eso las velas durante nuestra oración son son como una ofrenda a Dios, un símbolo de amor y esperanza en Él cuando abrimos nuestro corazón mediante la oración.

Ve a buscar un lugar tranquilo, enciende una vela y reza así.

“Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará. 7Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. 8No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. 9Vosotros orad así: “Padre nuestro que estás en el cielo, | santificado sea tu nombre, 10venga a nosotros tu reino, | hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, 11danos hoy nuestro pan de cada día, 12perdona nuestras ofensas, | como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, 13no nos dejes caer en la tentación, | y líbranos del mal”. Mateo 6,6